El accidente de descompresión en buceo

Veamos algunos avances en la investigación sobre la descompresión. Afortunadamente ahora tales investigaciones no están limitadas al buceo militar o profesional, o sea, para una población de un sexo determinado (varones), con un rango de edad entre los 20 y 40 años y con una cuidada forma física.

Tales resultados han dado sus frutos, desde luego, pero como ya hemos comentado en algún post anterior, se ha producido una tasa de accidentes de descompresión inexplicados, al extenderse más y más el buceo entre la población civil y convertirse en una actividad de ocio, que ha provocado el interés, tanto de la industria como de organizaciones civiles, para conseguir y destinar fondos con el fin de investigar, pero usando una muestra de población real, es decir, todas las edades, género, condiciones físicas, gente sedentaria, con sobrepeso, etc. En otras palabras, nuestra sociedad real.

Recordemos (lo indicamos en un post anterior), que llamamos accidente inexplicado a aquel accidente de descompresión que sucede después de una inmersión en la que se han respetado todos los parámetros, tanto de velocidad de ascenso como de paradas de descompresión si la inmersión las requería.

Las microburbujas en descompresión

En buceo se llaman microburbujas (también burbujas silentes), a burbujas de gas tan pequeñas que son capaces de atravesar cualquier vaso (vena o arteria), por lo que no provocan bloqueo circulatorio. Un bloqueo circulatorio es lo que se conoce como isquemia, por ejemplo, una isquemia coronaria es lo que conocemos como infarto cardiaco o angina de pecho.

Las microburbujas son conjuntos de moléculas en fase gaseosa, por lo que cuando se empezaron a detectar, gracias al detector doppler por ultrasonidos, se pensó que eran el paso previo a la enfermedad descompresiva, es decir, no provocan el accidente pero son el suceso previo a su producción. La idea parece acertada, ya que las moléculas en fase gaseosa pueden acrecentar su volumen al chocar con otras microburbujas y alcanzar tamaño suficiente para provocar una isquemia antes de llegar a los pulmones y liberarse a los alveolos.

El objetivo era pues, conseguir realizar las inmersiones sin que se produjera la presencia de microburbujas. No es posible, ya no se sigue esa línea, pues se ha comprobado que en todas las inmersiones se produce la formación de microburbujas. Ahora se persigue que la tasa de microburbujas no sea alta, ya que es imposible de evitar y además, alguna investigación sugiere que tales microburbujas realmente aceleran la descompresión si se consigue una concentración que no provoque el acrecentamiento de burbujas sintomáticas.

En el post anterior Cómo se calcula la descompresión en buceo, indicamos el proyecto de investigación que lleva a cabo DAN Europe (Divers Alert Network). Es un ejemplo del esfuerzo que se realiza por parte de entidades no gubernamentales y entidades privadas en la investigación y mejora del buceo recreativo.

Descripción del accidente de descompresión

El accidente de descompresión, Enfermedad Descompresiva o ED es la respuesta patológica a la formación de burbujas de gas, procedente de los gases inertes disueltos en los tejidos, al reducirse la presión ambiente en el ascenso. Durante el ascenso, como hemos indicado, el gas se libera desde los tejidos a la sangre y de ésta a los pulmones, pero si la velocidad de liberación del gas es excesiva, pasa el gas de estar disuelto, a la formación de burbujas, siendo el efecto más importante la formación de embolismos en el retorno venoso, lo que da origen a varios síntomas y patologías que son los que abarca el Síndrome de la Enfermedad Descompresiva (SED).

El accidente de descompresión se produce cuando se forma una burbuja de gas de suficiente tamaño como para entrar en contacto con las paredes del vaso sanguíneo que la conduce. La burbuja tiene un tamaño mayor que el diámetro interior del vaso por lo que se comprime contra sus paredes provocando un bloqueo circulatorio en ese vaso. Siempre se produce en el retorno venoso ya que lo provoca el gas inerte disuelto en nuestros tejidos, generalmente nitrógeno aunque en inmersiones a profundidad puede ser el helio, por un ascenso a mayor velocidad de la requerida para dar tiempo a que llegue a nuestros pulmones, donde puede ser liberado por medio de la respiración. Por supuesto, no realizar las paradas de descompresión requeridas según la inmersión o realizarlas mal también son causa de la ED.

Cómo se produce la Enfermedad Descompresiva

Si se realiza bien el proceso descompresivo es muy raro que se presente la ED. Aunque hay errores, la mayoría de los accidentes se presentan como consecuencia de errores en la práctica, bien accidentales o bien intencionados.

Los errores accidentales son debidos a despistes, olvidos, no bucear con el material adecuado a la inmersión que vamos a realizar o fallos en el material, casi siempre por un incorrecto mantenimiento. También se pueden producir como consecuencia añadida de otro accidente.

Los accidentes intencionados son sufridos sobre todo por aquella tipología de personas que se creen más fuertes o mejor dotadas, por lo que no respetan la velocidad de ascenso o algunas paradas de descompresión, pensando que a ellos no les va a pasar nada gracias a su constitución o experiencia.

Una vez formadas las burbujas, provocan dos efectos principalmente sobre el organismo, el efecto mecánico y el efecto de superficie.

El efecto mecánico provoca la obstrucción de los vasos y disrupción en los tejidos. La obstrucción representa una importante limitación en la circulación y, por lo tanto, en la nutrición tisular. Provoca estasis venosa (retención de líquido) por lo que merma el volumen circulante. La disrupción en los tejidos provoca dolor por compresión de alguna terminal nerviosa o lesiones cutáneas o linfáticas.

El efecto de superficie se explica porque una vez formada la burbuja, se produce una superficie de contacto sangre–gas, lo que provoca importantes alteraciones en el plasma. Se alteran algunas proteínas y se activa la agregación plaquetaria, estimulándose la coagulación y liberándose sustancias vasoactivas, como la histamina y otras que provocan dolor. Se produce extravasación de plasma, lo que limita el volumen circulante (edema), aumentando la viscosidad sanguínea, ya que es sólo plasma el que provoca el edema. Hay otras alteraciones y muchas consecuencias debidas a las alteraciones descritas y no descritas, pero que alargarían en exceso esta descripción sin aportar información importante al buceador, ya que son alteraciones que deben ser tratadas en medio clínico.

En el gráfico hemos tratado de representar el suceso con una burbuja esférica produciendo el bloqueo (la isquemia) y otras burbujas menores que, cuando se integren en la grande, la convertirán en forma de alubia, agrandando el daño tisular que se hace en las paredes de la vena y dificultando su eliminación por recompresión, ya que al recomprimir, para poder disminuir realmente el diámetro de la burbuja, primero tiene que recuperar su forma esférica para luego poder reducirse a un diámetro menor que el del vaso. De ahí que haya que recomprimir en cámara a mayor profundidad.

Hemos tratado de representar la distensión que se produce en las paredes del vaso, por donde escapan los líquidos del plasma y crean el edema, lo que aumenta el espacio intercelular y, por lo tanto, se produce malnutrición de los tejidos o detención, con la necrosis subsiguiente. Como hemos indicado, se produce una interfase líquido – gas representada por la superficie de la burbuja, por lo que se presenta agregación plaquetaria. En definitiva, todo un cúmulo de sucesos que empeoran y dificultan su curación a medida que pasa el tiempo.

Aunque en la explicación hemos hablado de una única burbuja, se ha hecho así para simplificar y reducir la descripción del accidente. Por supuesto, en los casos reales, no se produce una única burbuja sino muchas, variando según la gravedad del accidente. Además, la propia isquemia (bloqueos circulatorios) y los edemas consecuentes, provocan la producción y crecimiento de más burbujas ya que la circulación se ralentiza.

Lo importante es que entendamos la gravedad de este accidente y que sepamos que ante su aparición, nunca tenemos que recomprimir al accidentado sumergiéndolo de nuevo, ya que aunque ciertamente se reducirá el volumen de las burbujas, éstas no desaparecen debido a la agregación plaquetaria, manteniéndose las graves alteraciones hemodinámicas, por lo que el paso del tiempo empeora el pronóstico.

De nuestro organismo, el sistema más irrigado es el sistema nervioso. Como dato ilustrativo, nuestro cerebro pesa 1.5 kg aproximadamente, lo que representa el 2% del peso corporal en una persona de 75 kg, mientras que le llega aproximadamente el 17% de la sangre que sale del corazón. Como es fácil deducir a través de este dato, los accidentes de descompresión son preferentemente nerviosos, es decir, en su mayoría, afectan al sistema nervioso central (SNC), siendo predominante la afectación en la médula espinal. Esto hace que sean frecuentes las secuelas permanentes, lo que contribuye a que entendamos la gravedad de este accidente, la importancia de su prevención y la urgencia de su tratamiento, en cámara hiperbárica, en el caso de que el mismo se produjera.

Factores que potencian el accidente de descompresión

Hay factores predisponentes, que debemos conocer para no caer en este accidente de forma inexplicada. La edad es uno de ellos, habiéndose detectado un aumento de la incidencia de la ED a partir de los 45 años y otro la obesidad, que también predispone a la ED.

La deshidratación es un factor potenciador de la ED muy importante, Debemos beber líquidos antes de bucear, así como también debemos hidratarnos después de la inmersión, aunque haya sido normal, para prevenir la aparición de cualquier síntoma. Desde luego no debemos tomar alcohol, no solo por sus efectos sobre nuestro sistema nervioso, sino también por la deshidratación que provoca.

También debemos evitar el ejercicio físico antes, durante y después de la inmersión. Las aguas frías predisponen para la ED y mucho más el pasar frío durante la inmersión. También y muy especialmente los aumentos en la tasa de CO2, por lo que es una de las razones para que mantengamos una respiración regular y no realicemos esfuerzos intensos en nuestras inmersiones.

Cuando realizamos cualquier inmersión, siempre debemos ir directamente a la máxima profundidad y el desarrollo de la inmersión, debe ser bien mantener cota o bien ir perdiendo cota, es decir, si la inmersión se va a desarrollar en varias profundidades, nunca debemos dejar la máxima cota para el final, sino al revés, ya que un perfil de inmersión que comience en cotas bajas, vaya profundizando, para realizar el ascenso desde cota máxima, provoca, según experiencia registrada, un mayor índice de accidentes inexplicados. Pero especialmente peligrosas, también comprobado a través de la experiencia, son las inmersiones llamadas “yo–yo”, es decir, inmersiones con perfil en sierra, en las que se sube y se baja de cota con frecuencia. Debemos no realizar nunca estos dos tipos de perfil de inmersión y muy especialmente las “yo–yo”, por su especial peligrosidad.

Por último, puede que influyan también aspectos psicológicos, por lo que es una razón más para desistir de bucear si simplemente no nos apetece y, desde luego, no realizar inmersiones que exceden nuestra experiencia o nuestros conocimientos. Debemos sentirnos a gusto en la inmersión y disfrutando del entorno, no en una situación de estrés.

Una vez terminada la inmersión, debemos tener presente que seguimos en un estado de sobresaturación, por lo que debemos mantener todas las precauciones que observamos en las paradas de descompresión: no variar la presión a la que nos encontramos, no someternos a cambios bruscos de temperatura, no hacer ejercicio físico intenso y en definitiva no alterar la tasa de CO2, ni siquiera localmente.

No debemos viajar en avión o subir puertos de montaña, al menos hasta 12 horas después de la inmersión, ya que al disminuir la presión ambiente puede provocarse la ED. Incluso, si hubiera que volar, para el traslado aéreo de un accidentado, el vuelo debe hacerse rasante, sin superar los 300 metros de altitud.

No debemos hacer apneas tras una inmersión, ni realizar juegos, actividades o deportes que impliquen ejercicio físico intenso, es decir, nada que nos provoque fatiga. Tampoco debemos tomar baños de sol, saunas, ni someternos a situaciones de frío.

Para eliminar los restos de agua salada, no debemos ducharnos con agua caliente, ni con agua fría. Simplemente que la ducha esté ligeramente tibia.

A partir del transcurso de 12 horas después de la inmersión, podemos realizar ya cualquier actividad, pues prácticamente nos encontramos en equilibrio de saturación. Este plazo debe ser ampliado a 24 horas si hemos realizado inmersiones sucesivas o inmersiones que requirieron paradas de descompresión. En inmersiones extremas el plazo incluso es superior a 24 horas.

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27 comentarios

  1. Sonia

    Hola. Lo primero, gracias por el artículo. Ojalá obtenga respuesta, porque ando perdida. En agosto de 2022 buceé un día a unos 18 metros. Salí con sensación de que se me hubiera metido agua en el oído y no hubiera salido. Era una sensación extraña pero poco clara, por eso fui al otorrino antes de volver a bucear. El otorrino me hizo audiometría y no encontró nada que le llamara la atención y me dijo que compensaba bien. Volví a bucear y tuve un accidente. No fue un buceo muy relajado, pero no bajé más de 23 metros. Al rato de empezar el buceo empecé a sentirme algo mareada. Al principio era una sensación leve, que fue agravándose cuando ya estábamos a punto de subir. Terminé el buceo con parada de seguridad incluida, pero ya muy mareada y vomitando. Había tenido un cuadro de vértigos bajo el agua. Los vértigos y vómitos eran continuos hasta que me metieron cinco horas en la cámara hiperbárica. Salí de allí ya sin vómitos y con un vértigo muy leve al enfocar hacia el lado contrario del oído en el que había tenido la sensación extraña. El vértigo se fue del todo a los dos días, aunque perdí algunos tonos agudos en ese oído y tengo acúfenos, que ocho meses después, han ido reduciéndose. Me hice la prueba de FOP y me salió negativo. Me gustaría saber qué pudo pasar para también plantearme si puedo volver a bucear cuando se me pase del todo el susto. Estoy pendiente de visitar a una otorrino en Madrid que me han recomendado. Pero me encantaría tener vuestra opinión.

    • Hola Sonia
      Nuestra opinión es que hagas lo que ya has hecho, que es ponerte en manos de un médico especialista en medicina hiperbárica, ya que sería un error pretender dar opiniones que ya ha podido valorar el especialista.
      Lo que describes podría ser un accidente de descompresión y si lo fuera, eso ya te lo han tratado.
      También podría ser un problema de compensación desequilibrada. Hay personas que al compensar los oídos, mueven la cabeza de forma que un oído queda a profundidad distinta que el otro. Son unos centímetros pero es suficiente. Se pueden producir problemas en la compensación e incluso daños en el oído, que dan como resultado los síntomas de vértigo y vómitos que describes.
      Un saludo y deseo que te restablezcas plenamente cuanto antes.

  2. Gerald

    Hola Soy de Chile, Agradezco mucho que puedan ofrecer su experiencia y sobre todo ponernos atentos al cuidado que debemos tener en este maravilloso deporte.

    Gracias,

  3. Marcelo

    Soy recolector y suelo trabajar en profundidades que no suelen superar los 12mts. con un compresor, durante jornadas de 4/5hs., cinco días a la semana. Por cuestiones de mi trabajo, el esfuerzo es notable, extracción en el fondo manualmente, desplazamiento de pesos, corrientes, y ascensos y descensos sucesivos. Muchas veces llego con dolor de cabeza y un gran agotamiento a casa. Quisiera saber si me podrías dar algunas recomendaciones. Otra cosa a tener en cuenta en mi tarea, es el factor del tiempo, muchas veces trabajas a contrarreloj, por el tiempo que te lleva recolectar el producto, y la hora
    a la que tienes que terminar, sumándose un estrés considerable. Gracias por vuestro blog. Y un cordial saludo.

    • Gracias por tu mensaje Marcelo.
      Lo que relatas es algo desgracidamente común en buceo profesional, en el que los resultados se ponen a veces por delante de las precauciones de salud y seguridad. Tus dolores de cabeza y cansancio pueden estar asociados, con mucha probabilidad, a la fatiga bajo el agua y a una insuficiente hidratación, debes beber agua con cierta frecuencia y tratar de que tu respiración sea más pausada y profunda, pero es solo la posibilidad más común, no la única.
      Dependiendo de donde vivas, puedes intentar buscar consejo en Asociaciones o Sindicatos de buceo profesional (no los hay en todos los sitios), para tratar de racionalizar tu jornada en el caso de que trabajes para una empresa.

      Saludos

      • Marcelo

        Gracias, vivo y trabajo en Galicia, por cuenta propia. Intentaré seguir sus consejos ya que aquí los sindicatos y asociaciones de este tipo brillan por su ausencia.
        Un cordial saludo

  4. Adonai

    Ei!! Tuve ED hace una semana con vertigos muy fuertes que van desapareciendo poco a poco. El miedo que tengo está en que pueda haber alguna secuela en mi cabeza. Creo que se me han olvidado cosas i hoy me he levantado muy desorientado. Puede tener relación?

    • Hola Adonai

      Lo primero es decirte que sí puede tener relación. Más concretamente, una enfermedad descompresiva de tipo II (con afectación en la clóquea). Se considera un accidente grave.

      No indicas si has acudido a un médico hiperbárico ni si te has sometido a terapia hiperbárica en cámara. La recomendación es que acudas a un especialista en medicina hiperbárica porque si se trata de este accidente que te comentamos y no te lo tratas, puedes sufrir secuelas permanentes.

      Un saludo y espero que te hayamos sido de utilidad

      • Vincenzo

        Hola, me llamo Vincenzo y en las últimas ocasiones en las que buceé, experimenté, al salir del agua, una sensación de mareo llegando a perder el conocimiento en una ocasión. Esta sensación desaparecía a medida que pasaban las horas. Siempre ha sido después de inmersiones profundas (a más de 30m) y en aguas bastante frías. He de añadir que no suelo usar capucha (cosa que voy a cambiar a partir de este año) y que he hecho ya una visita con un cardiólogo para descartar la FOP y, efectivamente, así ha sido. Mi pregunta es: del artículo entiendo que el frío puede ser causa de ED, en mi caso en concreto, ¿ puede ser la causa de los mareos? También añadir que soy una persona que no tengoo sobrepeso y que practico deporte. Muchas gracias.

        • Hola Vincenzo. Gracias por tu comentario.

          Respondiendo a tus preguntas, en primer lugar ha sido positivo que visites al cardiólogo para descartar el foramen oval permeable, pero ante la sospecha de accidente disbárico, como la enfermedad descompresiva, la mejor opción es acudir a un médico especialista en medicina hiperbárica.

          Respecto al frío, no es exacto que el frío sea una causa de ED, sino que el frío predispone o potencia la ED. Es decir, si pasamos frío es más fácil tener un accidente de descompresión, especialmente los que se manifiestan algún tiempo después de la inmersión.

          Bucear sin capucha es, perdona mi dureza, una temeridad. Perdemos mucha temperatura por la nuca, alteramos la circulación en la cabeza, tanto la superficial como la profunda y se producen otras alteraciones que pueden incluso desembocar en una parada cardiorrespiratoria. En resumen, por favor, no vuelvas a bucear sin capucha. Esto es especialmente grave si se bucea en aguas frías y más a profundidad.

          Tu problema puede muy bien ser una alteración vestibular o en la clóquea, potenciada desde luego por el frío, ya que el oído interno no tolera alteraciones térmicas, pero también puede ser consecuencia de la enfermeda descompresiva (ED). Por eso he comentado lo del médico hiperbárico.

          Espero haber contestado tus dudas. Por favor, no vuelvas a bucear nunca sin capucha y mucho menos en aguas frías. Puedes sufrir una parada cardíaca súbita.

        • Vincenzo

          Muchísimas gracias por tu respuesta. Mi problema con la capucha era la sensación de agobio que me provocaba. Pero últimamente he hecho algunas pruebas en snorkeling y parece que me voy acostumbrando. A pesar de haber visto ya un médico hiperbárico para hacer mi reconocimiento periódico, volveré a pedir cita y le comentaré los episodios. Muchas gracias de nuevo y prometo no volver a bucear sin capucha.

          • Gracias a ti Vincenzo. Espero que las molestias se te pasen pronto. Saludos

  5. Olga Grimaldo

    Tengo una duda,
    Mi cuñado sufrio una descomprension pero al parecer nos dijeron que antes de meterlo a la camara el habia pedido agua para tomar, al ultimo mi cuñado falleció y nos dijeron que habia sido porque habia tomado Agua antes dé,
    Queria saber si eso pudo ser la causa de su muerte o simplemente fue por otra cosa?
    La verdad no estamos tranquilos con esa explicacion que nos dio el doctor.
    En verdad me ayudaria mucho! Gracias

    • Hola Olga
      Gracias por tu comentario y ante todo decirte que lamentamos mucho el fatal desenlace de tu cuñado.

      Respecto a tu consulta, el protocolo de actuación ante un accidente de descompresión es dar a beber agua al accidentado si está consciente, además cuidando de mantenerle bien hidratado. Si disponemos de oxígeno puro, darle también a respirar oxígeno a la más alta concentración posible hasta que le atienda el personal médico y su ingreso en cámara hiperbárica. En definitiva, si está consciente sí hay que darle a beber agua.

      Si está inconsciente o no puede deglutir, entonces no, ya que podemos provocar su asfixia.

      Respecto a la causa de la muerte, no te podemos ayudar ya que eso lo debe determinar la autopsia. Pero que la razón sea haber tomado agua, estando consciente, te podemos adelantar que no.

      Esperamos haberte ayudado. Un saludo

  6. Lola

    Después de 20 años de buceo sufrí síntomas de enfermedad descompresiva(ED) al tercer día de buceo, en viaje safari en agosto de 2018.Los síntomas(picor en pecho y abdomen y algo de malestar general disminuían a lo largo del día y disminuyeron los siguientes días a pesar de seguir buceando de forma normal y continua ( 3 buceos al día), por lo que en ese momento no cuadraban con ED.
    La consulta posterior en septiembre, en consulta de medicina hiperbárica, tampoco arrojo luz alguna al tema dado que tanto las condiciones físicas personales como el perfil de la inmersión no apuntaba a ningún riesgo aparente.
    Fue una de las Divemaster del viaje la que compartió conmigo esa posibilidad de relación entre FOP y ED y lo que me ha llevado a investigar el tema y encontrar información sobre el mismo.
    Estoy pendiente de realizarme una prueba en cardiología para confirmar el FOP y el paso de sangre con burbujas de derecha a izquierda a través de este orificio y tomar decisiones al respecto.
    La idea de compartir esto con vosotros, es por un lado ver si me podéis conseguir información actualizada adicional a la que encontré en el documento de DAN‘’Patent foramen ovale and fitness to Dive Consensus Workshop Proceedings of July 17th 2015 ‘’,y por otro compartir con el resto de los buceadores este suceso más frecuente y bastante desconocido en la comunidad buceadora de lo que debería ser.
    Aunque por lo leído el FOP no es incompatible totalmente con el buceo recreativo sí que parece colocar al buceador en una situación de incremento de riesgo de sufrir ED en determinados tejidos, cuando al FOP sumamos algunas otras condiciones.

    muchas gracias por vuestro blog

    • Muchas gracias Lola. Muy oportuno y certero el comentario. Aceptamos el testigo para escribir algún artículo explicando el foramen oval permeable y su posible incidencia en la enferemedad descompresiva.

  7. David Torrecillas

    En base a lo explicado en los distintos artículos referente a la eliminación del nitrógeno y las paradas de descompresión, quisiera saber la importancia de las paradas profundas en el buceo recreativo. Muchos ordenadores, entre ellos el mio, estas paradas se configuran manualmente, lo cual me hace pensar que no deben de estar contempladas como importantes en la DAN, al menos para buceo recreativo.
    Gracias de antemano.

    • Gracias por tu comentario David.
      Tomamos nota para hacer un post respecto a las paradas profundas, ya que es demasiado largo de explicar para una respuesta a un comentario.
      Te podemos avanzar que sí son importantes, aunque depende de la profundidad de la inmersión y del perfil. En buceo recreaativo no se suele bajar a más de 30 metros y el ascenso suele ser escalonado, de forma que se va ascendiendo a profundidades menores a lo largo de la inmersión, en cuyo caso no es importante hacerlas. Si haces un descenso a más de 30 metros y tu inmersión transcurre a esa cota hasta el ascenso a superficie, entonces sí es muy recomendable hacerlas.

      Saludos
      Blog Acuc

      • David Torrecillas

        Muchísimas gracias por la aclaración. Me gustará leer el post.

  8. Amaragua

    Felicidades por este artículo de fácil lectura para todos.

  9. Donatella Gabites

    Muy bien explicado. Nunca está demás recordar lo que aprendimos en el curso!
    Gracias por vuestro buen hacer.

  10. Dany

    Genial. Explicado clara y llanamente, como debe ser. Felicidades.

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