Nos hacemos eco de un hito en buceo, concretamente en espeleobuceo. En Hranice, población de la República Checa, se ha sobrepasado la profundidad de 400 metros en la cueva Hranická Propast, un pozo de piedra caliza inundado en el que se ha tocado fondo, provisionalmente parece ser, a 404 metros de profundidad.
La cueva está localizada en las inmediaciones de Hranice, situada en el este de la República Checa. Propast significa “abismo” en checo luego el nombre de la cueva, Hranická Propast lo podríamos traducir como “El Abismo Hranická” y está localizada en la zona Hûrka u Hranic (Hranic significa frontera).
Como vemos en la fotografía, en el fondo de una profunda dolina podemos apreciar la superficie del agua, casi cubierta por vegetación y algas flotantes. Ahí es donde comienza la inmersión.
Observando el croquis que también ofrecemos después, se desciende por una rampa muy inclinada, casi vertical, hasta los 60 metros de profundidad. Ahí hay 2 caminos posibles, uno que sube, también casi vertical, hasta superficie, donde aparecemos en una galería aérea. El otro camino conduce a un estrechamiento que, una vez franqueado, accede a un pozo vertical que baja a 200 metros de profundidad. En el fondo de este pozo hay un pasaje que desemboca en otro gran pozo, donde se ha alcanzado la profundidad de 404 metros.
Fases de la inmersión
El espeleobuceador polaco Krzysztof Starnawski lleva realizando inmersiones en esta cavidad desde 1999, tratando de explorarla en su totalidad, pero encontrándose con terribles retos a causa de la prohibitiva profundidad. El fondo del primer pozo, a 200 metros de profundidad, se alcanzó primero con una sonda, pero en 2014 Krzysztof bajó a esa profundidad y encontró un estrecho pasaje que desembocaba en un gran pozo vertical. Franqueó el pasaje y sondeó el pozo dando una profundidad de 384 metros.
En 2015 se continuó con la exploración. Esta vez Krzysztof Starnawski bajó y se encontró que el pasaje a 200 metros era algo más amplio, debido a movimiento de depósitos provocados por el agua. Bajó a la increíble profundidad de 265 metros y desde allí sondeó de nuevo el pozo. La sonda tocó fondo a una profundidad de 370 metros (menos que el año anterior), lo que hacía pensar que las sondas tocaban algún tipo de acumulaciones por derrumbamiento o repisas. La inmersión la realizó asistido por David Cani como buzo de seguridad y soporte en las etapas descompresivas.
En 2016 consiguió la ayuda de National Geographic e invitó a Bartlomiej Grynda de GRALmarine, con su robot fabricado a medida. En la imagen vemos el robot en acción dentro de la cavidad. Ya tenía una guía para el robot pero el 27 de septiembre de este año bajó, también asistido por David Cani, a 215 metros para asegurar el camino del ROV (Remote Operated Vehicle) por el pasaje estrecho y hasta el inicio del gran pozo. Tras 5 horas de descompresión emergió y asumió la guía de la inmersión del ROV. El ROV se posó a una profundidad de 404 metros pero el pozo seguía.
La profundidad alcanzada según los sistemas de medida del robot son los 404 metros, pero la exploración del ROV terminó por razones técnicas, ya que todo estaba preparado para alcanzar la profundidad de 400 metros. La profundidad del sistema es indudablemente mayor, no se sabe si poco o mucho, pero mayor.
Este logro convierte a esta cueva en la cueva bajo el agua más profunda del mundo, desplazando al segundo lugar al Pozzo del Mero, en Italia, que ostentaba este record con sus 392 metros de profundidad.
Comentarios sobre este logro en espeleobuceo
Inmersiones en cuevas a tales profundidades, realizadas por humanos, está actualmente totalmente fuera de nuestras posibilidades técnicas. Ciertamente se han superado los 300 metros de profundidad utilizando escafandra autónoma, pero en aguas abiertas y, visto cómo se ha hecho, con una considerable dosis de “aventura” o tratar de romper límites, quizás debido a lagunas teóricas o faltas de conocimiento. Alcanzar los, por ejemplo, 300 metros de profundidad en una cavidad es, hoy por hoy, jugar a una lotería en la que las mayores posibilidades corresponden a perder la vida.
No hace mucho tiempo emitíamos un post hablando del espeleobuceo y los distintos grados de dificultad que suponía la inmersión en este entorno. Aquí vemos un ejemplo de inmersión con un grado de dificultad extremo.
La temperatura del agua es de 15º C debido a que es una fuente termal de agua saturada con dióxido de carbono. Aunque no extremadamente fría, sí obliga a una protección térmica muy importante, ya que la inmersión, junto con la descompresión, va a ser de larga duración. A pesar de que buena parte de la descompresión se realizó en burbuja seca, estamos hablando de una inmersión en la que la primera parada de descompresión ha de hacerse a una profundidad muy superior a los 100 metros. El agua es además químicamente agresiva, lo que obliga a proteger adecuadamente tanto la piel como los equipos. Además hay problemas de visibilidad ya que hay zonas fangosas en la cavidad.
En buceo profesional se han superado los 500 metros de profundidad en inmersión a saturación, pero la velocidad de descenso es muy lenta, algo imposible en buceo con escafandra autónoma. La velocidad de ascenso suele ser, de media, 1 metro por hora, desde luego imposible de realizar en agua con botellas. Una sencilla cuenta (1 metro/hora por 500 metros) nos da una descompresión de 3 semanas.
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Xavier García-Villaraco
Nuno Gomes en 1996 llegó hasta los 286 metros de profundidad en la cueva de BOESMANGAT en Sudáfrica.
En la misma cueva e intentando rescatar el cadáver de Leon Dreyer, un buzo de apoyo de la expedición anterior, perdió la vida David Shaw, a una profundidad de 270 metros
acucblog
Gracias por tu comentario Xavier.
Así está publicado, aunque por alguna controversia por estar supuestamente establecida la máxima profundidad de esa cueva en 271 metros.
No obstante carece de importancia ante el hecho del enorme logro que supone haber bajado a semejantes profundidades, sea una u otra. Logro no carente de un riesgo extremo.
Acuc blog
EDUARDO NIETO
ME A PARECIDO UN ARTICULO MUY INTERESANTE SOBRE ESTE TIPO DE INMERSIONES, DESDE LUEGO EXTREMAS. ES IMPORTANTE RESALTAR COMO SE REFLEJA EN UNO DE LOS COMENTARIOS QUE ESTE TIPO DE ESTUDIO O EXPLORACIÓN MAS QUE POR ANSIA DE ESTABLECER RECORDS POSIBILITA UN MEJOR CONOCIMIENTO DE LAS REDES SUBACUÁTICAS DE LOS ACUÍFEROS CON IMPLICACIONES DIRECTAS EN EL SUMINISTRO DE AGUA POTABLE EN MOMENTOS EN QUE EL AGUA, COMO RECURSO NATURAL, EMPIEZA A COBRAR UNA IMPORTANCIA VITAL TENIENDO EN CUENTA LA CRECIENTE DESERTIZACIÓN DEL MEDIO ASI QUE SU PROTECCION Y EVALUACIÓN SE CONVIERTE EN UN OBJETIVO DE GRAN IMPORTANCIA.
NOTA: HE ESCRITO EN MAYÚSCULAS NO POR FALTA DE RESPETO SINO POR UN TEMA DE LA VISTA.
blogacuc
Gracias por tu comentario Eduardo. No importa si es con mayúsculas o minúsculas, no creo que nadie piense que lo haces con ánimo de gritar. La ventaja de las minúsculas es que la lectura es más fácil, pero lo que importa es que se lea.
Fernanda Carreño
Hola.! Me atrapa mucho la informacion y me fascinan las cuevas bajo el agua. Mi pregunta es entonces, leyendo los comentarios finales de que se necesitarian 3 semanas de descompresión para una inmersión de 500 metros, A qué profundidad de sumergieron estos buzos cuando dijeron que necesitaron 5 Horas de descompresión.!?
Muchas gracias y felicitaciones por el artículo…!
blogacuc
Gracias por tu comentario Fernanda
El dato dado en la descompresión se refiere a una media. Una inmersión a más de 500 metros de profundidad requiere una descompresión de unas 4 semanas, por supuesto en cámara hiperbárica.
La inmersión que requirió más de 5 horas de descompresión fue a -215 metros, pero con muy poquito tiempo en fondo. El problema que tiene el buceo con escafandra autónoma es que el ascenso no se puede realizar tan lento, ya que estamos en el agua, de ahí su peligrosidad y el motivo de que no se pueda bajar tan profundo como en buceo a saturación.
Saludos
Felix
Bueno, como comentario curioso, puede tener validez, pero yo me encargaría de resaltar que el logro se ha conseguido con un ROV y que la inmersión realizada por el explorador y su ayudante, es extrema (215 mts en cueva).
Que esté tipo de inmersiones deben realizarse, no con ánimo de récord, si no con objetivos científicos, técnicos o humanos muy concretos.
Que el buceo con equipo autónomo a esa profundidad es prohibitivo en ambientes abiertos ( verdaderos equipos y con tecnología y preparación adecuada), y por tanto, casi inviable en ese ambiente de «espeleo».
blogacuc
De acuerdo con todo lo que dices Félix.
En el post se indica que cuando se consiguieron los 404 metros, fue un ROV quien bajó. Krzysztof bajó antes a 215 metros para asegurar el paso del robot por la zona estrecha. pero el robot inició la inmersión cuando él ya estaba en superficie.
El año anterior sí bajó a 265 metros, lo que ciertamente es demasiado extremo para una inmersión en cueva. Ya es muy extremo bajar incluso a 215 metros.
Su ayudante no bajó a tal profundidad, sino que se ocupó de su asistencia y control en las etapas descompresivas.
Luis Almela
En la Font d’Estramar, en Francia se llego a la profundidad de -286 m. por Xavier Meniscus en 2019. Entonces fue récord mundial de profundidad en cueva. No se si posteriormente se ha superado.
acucblog
Gracias por tu comentario Luis.
El artículo publicado informa que es la cueva más profunda conocida. El récord, por lo tanto es de la cueva, ya que ningún buceador ha logrado descender a tal profundidad.
En este caso, Krzysztof Starnawski llegó a decender a la profundidad de 265 metros en 2015, pero fue en su inmersión el año siguiente, a 215 metros de profundidad, donde instaló la guía para el ROV que bajó y pudo establecer la profundidad de 404 metros, pero alcanzada por la sonda, no por un humano. Parece ser que incluso puede ser más profundo, pero la sonda estaba preparada para 400 metros y tocó algo, que puede ser el fondo o puede ser algún obstáculo.